miércoles, 14 de mayo de 2014

No, no puedo llorar, no lo tengo permitido, el viento se ha hartado de mis lágrimas y las sábanas se han corroído por la sal.
No, no puedo morir, no está permitido, no tengo el derecho de hacer sufrir a alguien más, en el infierno no quieren oír mi lamentar y en la tierra nadie tiene tiempo para escuchar.
No, no puedo ser feliz, no está permitido. Porque eso no alegra a los otros y sus sonrisas son necesarias, como necesaria es mi soledad, como necesario es que entienda, que yo sí puedo, pero no aguanto más y ya no me quedan ganas de seguir. Yo puedo, pero ya no quiero y es más cómodo pensar así, ya me he acostumbrado a vivir así.

- Luna

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